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La Batalla de Oued al-Makhazin: Un Testimonio de la Unidad Marroquí

Sábado 03 Agosto 2024 - 10:55
La Batalla de Oued al-Makhazin: Un Testimonio de la Unidad Marroquí

En un momento crucial de la historia marroquí, la Batalla de Oued al-Makhazin se erige como un brillante ejemplo de solidaridad nacional y destreza estratégica. Este conflicto monumental, que se desarrolló el 4 de agosto de 1578, unió a diversos elementos de la sociedad marroquí en un frente común contra la intervención extranjera, demostrando la resiliencia y determinación del país.

La batalla fue precipitada por las ambiciones del depuesto Muhammad al-Mutawakkil, quien buscaba recuperar su trono con el respaldo portugués. En un intento por fracturar la unidad marroquí, al-Mutawakkil envió mensajes destinados a sembrar discordia y engaño entre la población. Sin embargo, sus esfuerzos fueron rápidamente rechazados por el pueblo marroquí y sus eruditos religiosos, quienes emitieron fatwas condenando sus acciones como una traición tanto a la fe como a la nación. Estos decretos religiosos no solo pidieron la muerte de al-Mutawakkil, sino que también instaron a la yihad contra las fuerzas portuguesas.

A medida que el conflicto se acercaba, una enfermedad repentina afectó a Abd al-Malik, el gobernante saadí, confinándolo en su tienda. Este giro inesperado de los acontecimientos obligó a su hermano, al-Mansur, a asumir un rol de liderazgo, trabajando en conjunto con los comandantes otomanos para organizar la defensa.

El Rey Sebastián de Portugal, en un grave error táctico, condujo a sus fuerzas a través de un puente que cruzaba el Oued al-Makhazin. Aprovechando esta oportunidad, al-Mansur ordenó la destrucción del puente, atrapando efectivamente al ejército portugués. Esta maniobra preparó el escenario para una derrota devastadora de las fuerzas invasoras.

En el caos de la batalla, el Rey Sebastián encontró un final acuático mientras intentaba escapar a través del río. Mientras tanto, al-Mansur, mostrando una previsión notable, ocultó la noticia de la muerte de su hermano Abd al-Malik hasta que la victoria fue asegurada, manteniendo así la moral de sus tropas.

Las secuelas de la batalla llevaron al descubrimiento del cuerpo sin vida de al-Mutawakkil, que fue presentado ante el nuevo monarca, Ahmad al-Mansur al-Dhahabi, marcando el final definitivo de las aspiraciones del gobernante depuesto.

Este enfrentamiento histórico demuestra la fuerza que emerge cuando una nación permanece unida. Reunió a la dinastía saadí, las hermandades sufíes y a la población marroquí en una causa común. El resultado de la batalla reafirmó la soberanía de Marruecos y asestó un golpe significativo a las ambiciones expansionistas portuguesas en el norte de África.

En retrospectiva, la Batalla de Oued al-Makhazin representa más que una victoria militar; es un momento definitorio en la historia de Marruecos. Confirmó la soberanía de la nación, demostró sus capacidades militares y mostró el poder de una población unida. Las lecciones extraídas de esta batalla continúan resonando en la narrativa nacional de Marruecos, sirviendo como recordatorio de la fuerza encontrada en la unidad y la importancia de proteger los intereses nacionales contra la interferencia extranjera.

A medida que Marruecos continúa navegando por las complejidades del mundo moderno, el espíritu de Oued al-Makhazin sigue siendo una fuente de inspiración. Recuerda a los marroquíes su capacidad para superar desafíos a través de la acción colectiva y la solidaridad nacional, principios que siguen siendo tan relevantes hoy como lo fueron en el siglo XVI.


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