El primer ministro francés reafirma el asesinato en la mezquita de La Grande Combe como un acto de islamofobia

El primer ministro francés François Bayrou ha reiterado su postura de que el brutal ataque contra un musulmán en una mezquita el mes pasado constituye un acto de islamofobia. Sus comentarios surgen en medio de un creciente rechazo político y un debate público, con diversas figuras políticas y activistas criticando su descripción del incidente como un asesinato islamofóbico.

En una entrevista con Le Journal du Dimanche, Bayrou expresó su compromiso con su posición. “Sí, lo mantengo. Puedo ver que hay mucho debate. Y, para ser honesto, a menudo no entiendo algunas de estas controversias,” afirmó. Relató instancias en su carrera política donde hubo reticencia a confrontar la realidad de ciertos términos.

“Los hechos son claros: un hombre de 22 años fue asesinado en una mezquita mientras rezaba. Su atacante cometió el asesinato mientras profería insultos contra Alá. Así que pregunto: si esto no es odio dirigido hacia el islam, ¿qué es?” aseguró.

La controversia estalló tras el asesinato de Aboubakr Cisse, un musulmán maliense, que fue apuñalado entre 40 y 50 veces dentro de una mezquita en el sur de Francia. El agresor, identificado como Olivier A, huyó a Florencia, Italia, después del incidente, donde posteriormente se entregó a las autoridades. Los informes indican que el perpetrador se filmó haciendo comentarios despectivos sobre Dios y expresó intenciones de cometer actos similares.

El ataque ha provocado una gran indignación en la comunidad musulmana, llevando a protestas en varias ciudades contra el aumento de la islamofobia. A pesar de la frustración de la comunidad, los funcionarios franceses han continuado haciendo comentarios controvertidos. El presidente Emmanuel Macron ha afirmado que Francia garantiza la libertad religiosa, sin embargo, las declaraciones recientes de funcionarios, incluido el ministro del Interior Bruno Retailleau, reflejan una normalización de los sentimientos antiislámicos.

Retailleau ha expresado su apoyo a una prohibición del uso del hiyab en las universidades, citando preocupaciones sobre una forma de islamismo que, según él, es distinta de la fe musulmana tradicional. “Hay un islamismo que está tratando de plantar su bandera, sus propios valores, que en mi opinión incluyen la subordinación de las mujeres a los hombres, y debemos tener cuidado con ello,” comentó.

En contraste, Bayrou ha destacado la ausencia del término islamofobia en el discurso legal, enfatizando que su enfoque está en las realidades de la situación más que en la terminología utilizada. “Veo un creciente peligro de ver a nuestros conciudadanos solo a través del prisma de su origen, color de piel o religión. Veo odio hacia los musulmanes y el islam, odio hacia los judíos y el judaísmo. Y odio hacia los cristianos,” afirmó.

A medida que la atención mediática se intensifica, sigue siendo incierto cómo la firme posición de Bayrou se verá influenciada por la creciente reacción negativa respecto a su caracterización de los trágicos eventos en la mezquita de La Grande Combe.