La candidatura de Marruecos al Consejo de Seguridad de la ONU recibe sólido respaldo árabe

Durante la 34ª Cumbre Árabe celebrada en Bagdad, los líderes árabes manifestaron un claro respaldo político a la candidatura de Marruecos para obtener un puesto no permanente en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas durante el periodo 2028–2029. Este apoyo colectivo se produce en un contexto en el que Rabat refuerza su papel diplomático a nivel internacional.

La declaración final del encuentro exhortó a los Estados miembros a apoyar activamente la candidatura marroquí en sus relaciones exteriores. Más allá del gesto protocolario, este respaldo pone en evidencia la creciente influencia regional e internacional del Reino.

Expertos en relaciones internacionales destacan que este apoyo simboliza el reconocimiento a una diplomacia marroquí activa, equilibrada y eficaz. Marruecos ha demostrado un compromiso sostenido con la seguridad en África Occidental y el Sahel, el proceso de paz en Libia, y la mediación discreta en diversas crisis regionales, ganándose la confianza de múltiples socios.

Los países árabes reconocen en Marruecos a un interlocutor creíble que puede representar una voz constructiva en el principal órgano de paz y seguridad de las Naciones Unidas. Su posición geoestratégica y sus alianzas diversificadas le permiten actuar como puente entre el mundo árabe, África y otras regiones, aportando una visión pragmática y conectada con las realidades del Sur Global.

Esta postura también transmite un mensaje claro a la comunidad internacional sobre la capacidad de Marruecos para defender intereses comunes con responsabilidad y espíritu de cooperación.

El respaldo árabe también puede interpretarse como un intento de revitalizar la acción multilateral árabe en un momento en que el orden internacional se encuentra fragmentado y los conflictos se multiplican en el mundo árabe y africano, como en Gaza, Sudán, Siria y Yemen.

La candidatura marroquí se enmarca dentro de una estrategia a largo plazo impulsada por el Rey Mohammed VI, orientada a fortalecer la influencia del país en los espacios multilaterales. Forma parte de iniciativas como el retorno a la Unión Africana, la diplomacia climática, el poder blando religioso y el reciente proyecto para conectar a los países del Sahel con el Atlántico.

La eventual presencia de Marruecos en el Consejo de Seguridad permitiría proyectar sus valores de paz, diálogo y cooperación solidaria. Según analistas, este respaldo árabe es más que un simple gesto diplomático: representa un acto político relevante que consagra la coherencia y el compromiso de la diplomacia marroquí. Asimismo, reconoce la legitimidad del Reino para representar la voz africana y árabe en el ámbito global con un discurso realista, integrador y orientado al futuro.