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Las estimaciones sugieren que 700.000 migrantes indocumentados viven en Francia
El Ministerio del Interior de Francia ha estimado que actualmente residen en el país 700,000 migrantes indocumentados, subrayando un desafío significativo para el gobierno en medio de debates cada vez más intensos sobre las políticas migratorias.
El ministro del Interior, Laurent Nunez, reveló la cifra durante una entrevista con CNews Europe 1, en respuesta a la solicitud del presidente de Agrupación Nacional, Jordan Bardella, quien exigió datos precisos sobre los migrantes indocumentados. Bardella, un líder de extrema derecha conocido por su postura anti-inmigración, había criticado anteriormente a Nunez por evitar la pregunta durante una aparición mediática previa.
Al abordar el tema, Nunez aclaró que sus estimaciones iniciales de entre 200,000 y 300,000 eran conservadoras y estaban destinadas a evitar controversias. Explicó que la cifra actualizada de 700,000 se basa en datos del programa de Ayuda Médica Estatal, utilizado para extrapolar el número de personas indocumentadas en Francia. Sin embargo, el ministro enfatizó la dificultad de proporcionar estadísticas exactas, diciendo: "Seamos claros: 700,000 indocumentados en Francia es una estimación."
El ministro también reconoció la complejidad de gestionar la migración en Francia, citando las presiones económicas y los desafíos globales más amplios, incluido el cambio climático. Subrayó la importancia de la cooperación europea para fortalecer los controles fronterizos y mejorar las medidas internas para abordar la migración irregular.
Las críticas de Bardella hacia Nunez se producen en medio de la agenda más amplia de su partido contra la inmigración. El líder de Agrupación Nacional ha pedido regulaciones más estrictas sobre visados y medidas más severas contra los migrantes irregulares, particularmente dirigidas a personas de África y países predominantemente musulmanes. En una carta dirigida a Nunez, Bardella acusó al gobierno de inacción, posicionando a su partido como la "única alternativa creíble" para abordar el problema.
En junio, las autoridades francesas lanzaron una operación nacional destinada a detener a los migrantes indocumentados, desplegando a más de 4,000 policías y militares. La operación, reportada por Le Monde, involucró redadas en estaciones de tren y otros espacios públicos. Los críticos han expresado su preocupación por el potencial de estas medidas para alimentar divisiones sociales y exacerbar la islamofobia.
Ante la creciente presión política, Nunez reiteró el compromiso del gobierno de abordar los desafíos migratorios, afirmando: "Necesitamos trabajar con Europa para controlar mejor nuestras fronteras y ser más efectivos en nuestro territorio nacional."