Moroccanos llaman a boicotear productos para combatir la subida de precios

Activistas marroquíes en redes sociales han lanzado una campaña masiva instando a los ciudadanos a boicotear productos esenciales como pollo, huevos, carne y verduras en respuesta al aumento de precios. La iniciativa, que ha ganado impulso en línea, busca presionar a los mercados para que reduzcan los costos a niveles más asequibles para los hogares promedio.

Basándose en el éxito de un reciente boicot al mercado de pescado, el movimiento pretende reducir el precio de los huevos a un dírham y el pollo a menos de 14 MAD (1,40 dólares) por kilogramo. Los activistas argumentan que estos productos, fundamentales para las familias marroquíes, se han vuelto cada vez más inaccesibles, especialmente durante el mes sagrado de Ramadán, cuando el consumo de alimentos suele aumentar.

Este último esfuerzo sigue a una campaña pionera liderada por un joven de Marrakech, Abdelilah, quien expuso la presunta manipulación de precios en el mercado de pescado. Su iniciativa no solo puso de relieve las irregularidades en los precios del pescado, sino que también encendió una conversación más amplia sobre la supervisión de productos básicos en Marruecos.

Los usuarios de redes sociales se están sumando al boicot, pidiendo una participación seria y colectiva. Los activistas creen que la misma persistencia que desafió los precios del pescado puede aplicarse a otros alimentos básicos, donde los aumentos de precios injustificados han tensionado los presupuestos familiares.

El momento de la campaña es particularmente significativo, ya que los hogares marroquíes enfrentan una mayor presión financiera durante el Ramadán, un período donde los gastos en alimentos suelen dispararse. Al aprovechar el poder del consumidor, los organizadores esperan provocar un cambio significativo en lo que consideran un sistema de precios inequitativo para las necesidades básicas.

En respuesta a estas preocupaciones, las autoridades han activado una línea directa nacional, "5757", que permite a los consumidores presentar quejas y observaciones sobre los precios de los alimentos durante el mes sagrado. La iniciativa subraya la urgencia de abordar la asequibilidad de los alimentos, ya que los productos esenciales siguen siendo centrales en las comidas de Ramadán en todo el país.