Redescubriendo la prehistoria: investigadores revelan la humanidad en Casablanca
Mientras Casablanca se agita con los preparativos para la grandiosa CAN 2025 y el Mundial 2030, otro proyecto más silencioso se desarrolla a pocos pasos del brillante Morocco Mall. Detrás de barreras metálicas se encuentra un tipo diferente de excavación, una que busca desenterrar el pasado distante en lugar de construir el futuro.
En el sitio arqueológico de Carrière Thomas I, un equipo dedicado de investigadores está cavando profundamente en la historia humana. Del 2 al 17 de abril, se llevó a cabo una misión de investigación bajo el programa "Prehistoria de Casablanca". Esta iniciativa marroquí-francesa está dirigida por el Instituto Nacional de Arqueología y Patrimonio (INSAP), en colaboración con el Ministerio de Europa y Asuntos Exteriores de Francia, el Laboratorio de Excelencia Archimedes (Universidad Paul Valéry – Montpellier) y el Museo Nacional de Historia Natural de París.
Equipados con herramientas avanzadas, estos arqueólogos rastrean meticulosamente los signos más tempranos de la presencia humana en esta parte del mundo. En el último día de la misión, se centraron en restaurar un cráneo de rinoceronte descubierto años antes en la cercana Cueva de los Rinocerontes, que ha proporcionado los restos fósiles más antiguos de animales consumidos por humanos en África.
En un laboratorio improvisado, una especialista en restauración paleontológica trabaja diligentemente. Su atención está completamente centrada en este fósil, de casi 900,000 años de antigüedad. Limpia y reensambla las piezas, colocando cada hueso en su posición adecuada. A través de esta delicada restauración, una antigua historia vuelve a cobrar vida.
“No estamos usando yeso para restaurar el fósil; es sedimento del sitio combinado con resina acrílica. Este método fino y reversible mantiene la legibilidad del objeto mientras preserva su potencial científico”, explica Camille Daujeard, arqueozoologa del Museo Nacional de Historia Natural y co-directora del programa "Prehistoria de Casablanca".
El proceso de restauración implica eliminar capas antiguas y volver a unir fragmentos para revelar la estructura del hueso para los investigadores. “Gracias a este trabajo de restauración, es posible realizar estudios trazológicos para identificar posibles marcas de carnicería o manipulación”, añade.
Quizás, con un poco de suerte, este cráneo ayudará a aclarar un misterio que ha perseguido a los investigadores durante décadas: ¿por qué tantos rinocerontes se encontraron en esta pequeña cueva? La especie no es cavernícola y no hay evidencia clara de caza humana, pero hay signos de alteraciones, como si el agua u otros animales hubieran movido los restos.
Más allá de la restauración del cráneo, se está gestando una investigación interdisciplinaria. Los dientes de este rinoceronte también cuentan parte de la historia. “A través de análisis de desgaste microscópico o de isótopos, los investigadores pueden reconstruir las dietas de los animales y, por extensión, los paisajes que habitaron. ¿Sabana? ¿Bosque? Cada micro-fractura se convierte en una pista. Cada detalle, por insignificante que parezca, importa. Examinamos los entornos pasados”, enfatiza Abderrahim Mohib, arqueólogo y prehistoriador.
Pero, ¿por qué son importantes estos estudios de períodos tan lejanos para una ciudad en plena reconstrucción? “Estos esfuerzos y estudios son parte de un marco más amplio: la valorización del patrimonio marroquí. Casablanca ahora atrae la atención de paleontólogos y arqueólogos de todo el mundo”, responde.
“A través de estos descubrimientos, estamos esbozando una narrativa: la de una región en el corazón de la prehistoria humana, capaz de contar las primeras aventuras de grupos humanos antes de la aparición de Homo sapiens y los misterios de la vida animal. Es una narrativa que Marruecos quiere compartir a la luz de los grandes eventos que se avecinan”, continúa.
Una vez completamente revelado, el cráneo de rinoceronte, junto con otros fragmentos y artefactos, se exhibirá de forma permanente en el Parque de Prehistoria de Sidi Abderrahmane (actualmente en renovación), ubicado en el sitio de la antigua cantera de Sidi Abderrahmane. Este lugar ganó fama en 1955 con el descubrimiento de una mandíbula humana fragmentaria que data de aproximadamente 350,000 años.
Según Rosalia Gallotti, del Laboratorio de Excelencia Archimedes y co-directora del programa "Prehistoria de Casablanca", los sitios arqueológicos en Casablanca ofrecen perspectivas cruciales para estudiar y reconstruir la historia de la cultura material acheuleana en el norte de África, marcando la cultura continua más larga en la historia de la humanidad desde el período Paleolítico.
Casablanca alberga varios sitios arqueológicos, incluida la cantera de Ahl Al Oughlam (2.5 millones de años), el sitio L en Carrière Thomas I (más de 1.3 millones de años), la Cueva de Hominidos en Carrière Thomas I (780,000 años), la Cueva de los Rinocerontes (800,000 – 900,000 años) y la cantera de Sidi Abderrahmane (500,000 a 300,000 años).
Este potencial arqueológico invaluable tiene un gran futuro para la ciudad, y muchos secretos aún quedan por descubrir.
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